El Día del Padre nos invita a reconocer la influencia significativa que esta figura tiene en la formación emocional, ética y social de los hijos. Su ejemplo contribuye al desarrollo de valores como la responsabilidad, el respeto, la honestidad y la solidaridad.
Más allá del cuidado y la protección, el padre acompaña, orienta y fortalece la construcción de la identidad y el carácter.
Hoy destacamos su presencia activa y su compromiso en la educación y crecimiento integral de la familia.